Conoce los Carménere con que debuta la viña De Santos y Reyes

Jaque Mate y De Santos y Reyes, ambos gran reserva, pero de personalidades distintas, son los vinos que componen el portafolio de este proyecto familiar.

Puede parecer arriesgado, y a la vez extraño, que una viña debute con dos vinos de una misma cepa. Justamente eso es lo que hizo De Santos y Reyes, proyecto familiar de los clanes San Martín y Reyes, de ahí el buen juego de palabras que da vida al nombre de esta viña que decidió adentrarse en el Carménere para sacar dos etiquetas: su homónima y Jaque Mate, ambas de Almahue, en el valle de Rapel.

La familia San Martín Schröder compró los viñedos en 1983, enfocándose primero en la variedad Cabernet Sauvignon, por lo que plantó 1,5 hectáreas de esta cepa en 1998. De hecho, en el 2007 crea, junto a productores de la zona, el vino San Martín Schröder, siendo esta su primera y única añada. Sin embargo, el sueño no había terminado, dado que fue en el 2019 cuando se realizó la primera cosecha de su nuevo desafío, ahora enfocado en el Carménere.

Detrás de esta iniciativa está Nicolás Reyes, quien ha estado ligado al mundo del vino por años, y ha sido justamente esta experiencia, además de la asesoría y consejos de diversos enólogos, que se logró producir, sin tener un enólogo jefe a cargo, estos dos vinos de la misma variedad, que, si bien, provienen de la misma denominación de origen, son distintos entre sí.

De Santos y Reyes Gran Reserva es 100% Carmenere y proviene de dos cuarteles distintos dentro del mismo campo, Puerta de Fierro, que está más expuesto al sol, y Casona Patrón. En estos suelos graníticos y coluviales se encuentran parras que datan de una década, que son cosechadas a mano por toda la familia.

La cosecha 2019 cautiva por su rojo intenso con ribetes guinda que en nariz revela frutas rojas, especias, un toque ahumado y algo de piedra mojada. En boca se percibe frescor y buen cuerpo, además de notas a frutilla, frutas negras, como ciruelas maduras, y un dejo de tabaco. La guarda de este vino, que está entre el picoteo y la mesa, fue de un 80% en acero inoxidable y el 20% restante en barrica de roble francés de cuarto y quinto uso.

Un vino con el que la viña decide hacer una movida distinta es Jaque Mate. Esto, porque tiene un 10% de Chardonnay, proveniente del valle de Casablanca, que le aporta una rica acidez a este vino jugoso, de buen cuerpo y final potente. El restante 90% es de Carménere de los dos cuarteles ya mencionados. El 50% del total de la mezcla viene de Puerta de Fierro y el otro 40% de Casona Patrón, el que en su zona poniente y sur está cerca de unos eucaliptos, árboles que le transmiten ciertas notas a las vides.

¿Qué más caracteriza a este gran reserva 2019 con 20 meses de guarda en barricas francesas de cuarto uso? Su rojo rubí intenso, su nariz envolvente donde se dejan sentir notas a fruta negra, jazmín y especias, como de pimienta y romero, además del eucalipto, que también se siente al primer sorbo. Taninos aterciopelados, equilibrio, jugosidad, frescor y final prolongado son parte de la gran jugada que hace Jaque Mate por encantar y seducir con cada movida, o mejor dicho, cada sorbo.

Pero hay más, ya que sus llamativas etiquetas también tienen historia. La de Santos y Reyes, que representa a ambas familias, fue realizada por una diseñadora de Curicó, Macarena García, mientras que la de Jaque Mate fue la ganadora de un concurso de la Facultad de Diseño de la Universidad del Desarrollo de Concepción a manos de la estudiante Fernanda Peña.

Ahora, ¿dónde encontrarlos? Por venta directa en su instagram, @desantosyreyes, y en su página web. Ojo, porque si te gustaron estos vinos pronto vendrá una novedad y, como dicen desde la viña, no es necesario ser santo ni rey para degustar una copa o más. Y tienen razón.

Nota por Loreto Oda